(function() { (function(){function b(g){this.t={};this.tick=function(h,m,f){var n=void 0!=f?f:(new Date).getTime();this.t[h]=[n,m];if(void 0==f)try{window.console.timeStamp("CSI/"+h)}catch(q){}};this.getStartTickTime=function(){return this.t.start[0]};this.tick("start",null,g)}var a;if(window.performance)var e=(a=window.performance.timing)&&a.responseStart;var p=0=c&&(window.jstiming.srt=e-c)}if(a){var d=window.jstiming.load; 0=c&&(d.tick("_wtsrt",void 0,c),d.tick("wtsrt_","_wtsrt",e),d.tick("tbsd_","wtsrt_"))}try{a=null,window.chrome&&window.chrome.csi&&(a=Math.floor(window.chrome.csi().pageT),d&&0=b&&window.jstiming.load.tick("aft")};var k=!1;function l(){k||(k=!0,window.jstiming.load.tick("firstScrollTime"))}window.addEventListener?window.addEventListener("scroll",l,!1):window.attachEvent("onscroll",l); })(); El Eterno Andar
viernes, septiembre 15
La letra escarlata
La cruz con la que todos cargamos.

Tu nombre no lo conocen. Pero en la frente tenés escrito que sos bien puta, y eso sí que todos lo saben.

De vos saben que a veces te fumás un porro.

Aquél estuvo preso por estafa.

El de peluca una vez se cogió un niño.

Pero poco importa cuál es la dimensión del pecado cometido. La condena surge de una precisa medida de comparación, otorgada por una balanza alimentada por los peores sentimientos de una sociedad que siempre, siempre estuvo en decadencia.

No vayas a vomitar un sábado o un domingo a las siete de la mañana mientras tu vecina barre la vereda, o saca a pasear a su cusquito de tres kilos, porque estás condenada.

Y si salís de tu casa a esa hora con un pibe en actitud sospechosa... que Dios te ampare. Pero si sos varón y salís con una minita, como máximo te llevarás alguna sonrisa macanuda.

La gente piensa que esto cada vez pasa menos. Qué estupidez.

En uno de los platillos va la cagada. Aquello que expone a la víctima a la sanción pública, a la silente discriminación. Esa que nunca vas a escuchar directamente, pero que sentís flotar en el aire. En esos silencios que se forman cuando entrás al almacén, y mientras esperás el cambio.

Vos sos el que pasa en el cyber.
El pajero.

Aquél es el lento.
Es medio mongólico.
Como mucho podrá cortar el césped.

Vos vas por mal camino, juntándote con esa mugre. Aprendé de tu hermana, que si saca once en un escrito se encierra a llorar. Grandes chances de ser frígida sabe tener.



Te invito a hacer un alto en esta denuncia. Yo también pienso que si no le prestás atención a lo que digan los demás, sus dichos no te van a hacer daño.
¿Pero de verdad pensás que estás libre de su condena?

En el segundo platillo descansan los méritos requeridos por la tribu de los acúmulos superfluos.

Méritos del tipo "tiene dos autos". Tiene una gomería y dos estaciones de servicio.
Trabaja en la televisión. Es político. Dicen que tiene estancia.

¿Miedo o envidia?

Una vez nos sacó campeón. No sabés como jugaba.

Me importa un carajo como jugaba.

Podés ser una lacra, pero si inspirás miedo o admiración (envidia) estás salvado.

Mientras tanto, los tristes y jóvenes pléyades del siglo XXI seguiremos navegando los mares del subdesarrollo bajo la atenta mirada de quienes todo lo juzgan.

Al menos, todo aquello a lo que se atreven. O a lo que les permita la benzodiazepina de elección.

¿Por qué me transmiten su frustración? ¿Una vez más tengo que volver a pensar en ellos?

Justifico este post. Veo a la chica de los alfajores todos los días.
Sus ojos siempre me piden amor.

Y ésta es la única forma de dárselo. Aunque no lo sepa. Aunque nunca pueda averiguarlo, porque en su escuela especial nunca se lo vayan a enseñar.
Por su penar viajo por el de todos, por el del drogadicto y también por el del fracasado. Todavía pienso que todos podemos o pudimos serlo. Una de las pocas cosas que me enseñó la vida, y que creo haber aprendido, es a no escupir para arriba. Hoy escribo desde mi computadora con banda ancha, desde la comodidad del calor de un nido algo parecido a la clase media, de prestado.
Hace un año caminaba por todos lados con la panza chiflando. ¿Mañana? Mañana no sé, mañana no está.
¿O vos jurás que mañana vas a estar cómodo? ¿Vos firmás que en diez años vas a estar casada, casa-auto-niños-y-perro-en-el-jardín?

¿Quién te asegura que no vas a estar con la nariz llena de merca?

Bregando por un confortable lugar en el ostracismo de aquellos que en un tiempo te hicieron pedazos. Ese destino que hoy buscas no me queda para nada claro. ¿Vos lo tenés seguro?

¿Sabés hacia dónde vas?



¿Me decís hacia dónde queda?
 



5 comentarios:


  • El 11:23 a.m., Blogger Sin Gamulán

    No se si fue por miedo o por asco, o porque no se entendió, pero esperaba algún comment en este post. Creo que era mucho más difícil de lo que pensaba confesar una derrota, más aún si hay que esconderse detrás de un IP number que deja opciones. A veces el pesimismo parece ser el leit motiv de este blog, pero les aseguro que no lo es.

     
  • El 8:30 p.m., Blogger Pulpi

    Te contesto aunque se que puede llevar muchos mensajes de discusion...

    a mi me importa un carajo lo que piensen de mi, siempre y cuando yo este conforme y sea dueña de mis actos.

     
  • El 8:34 p.m., Blogger Pulpi

    Y si .. a veces el pesimismo parece ser el leit motiv... Talvez deberias convertirte en recolector y escribir un post, con las cosas que recuperas.

    se podria abrir algna lista de comentarios para que el publico pudieramos poner cosas que reciclariamos... Ya veo que empezarian a aparecer mil pirados que citan autores y se hacen los intelectualoides... de eso esta lleno. no entres en eso. por eso esta bueno tu blog...

     
  • El 1:55 p.m., Blogger Sin Gamulán

    Es verdad. Prometo en el futuro escribir un post recolector, bien para arriba. En realidad a esta altura tendría que prometer que vuelvo a escribir... lo tengo un poco lento al blog. Me encanta que propongas algo y vos misma te respondas, me ahorrás el trabajo de pensar.

     
  • El 9:46 p.m., Blogger Pulpi

    Jaja...

    Bueno, espero el post parriba tonces.

    Otra cosa aparte.. me encanta lo de la brujula. Me quiero tatuar una. Es loco, ya se, justo yo que me lastimo y lloro y pataleo. Pero es como que la necesito... Pero no para saber a donde voy, porque no me importa... Es para seguir una orientacion.

    pero ya me imagino, voy a ir al locar a hacermela, me van a querer cobrar no se cuanto y me voya calentar.

    Yo tb me siento comoda escribiendo en tu blog. vo, tenes que escribir mas.