(function() { (function(){function b(g){this.t={};this.tick=function(h,m,f){var n=void 0!=f?f:(new Date).getTime();this.t[h]=[n,m];if(void 0==f)try{window.console.timeStamp("CSI/"+h)}catch(q){}};this.getStartTickTime=function(){return this.t.start[0]};this.tick("start",null,g)}var a;if(window.performance)var e=(a=window.performance.timing)&&a.responseStart;var p=0=c&&(window.jstiming.srt=e-c)}if(a){var d=window.jstiming.load; 0=c&&(d.tick("_wtsrt",void 0,c),d.tick("wtsrt_","_wtsrt",e),d.tick("tbsd_","wtsrt_"))}try{a=null,window.chrome&&window.chrome.csi&&(a=Math.floor(window.chrome.csi().pageT),d&&0=b&&window.jstiming.load.tick("aft")};var k=!1;function l(){k||(k=!0,window.jstiming.load.tick("firstScrollTime"))}window.addEventListener?window.addEventListener("scroll",l,!1):window.attachEvent("onscroll",l); })(); El Eterno Andar
miércoles, febrero 20
Transparencias
La vida sigue pasando bajo mis ojos, bajo mis zapatos. Sigo acertando baldosas huérfanas con el pie, gracias a este libreto, buscándole un sentido, una dirección. Algunas explicaciones.

Pero algunas cosas cambiaron. Definitivamente cambiaron.

Te das cuenta cuando algo no va a volver a ser lo que era. Es una seguridad. Casi como que mañana una vez más va a salir el sol. Por suerte.

En una especie de liberación consciente, dejé atras todo aquello que me declaraba culpable de algo poco claro, pero de alguna forma perturbador. De cosas triviales y tontas -quizás un proceso inconcluso de la adolescencia-, pero también de algunas cosas algo más complejas. Pasa que cuando querés cambiar el mundo, te imponés algunas reglas básicas para no caer en el famoso "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago". (En realidad debí decir "Cuando todavía pensas que podés cambiar el mundo".)

La bocha a mis veinticinco va yendo por esos lares.

Ejemplos desde el ómnibus: antes no tiraba un papel en la calle. Hoy mi boleto dos por tres se baja del bondi conmigo pero después no me acompaña. Antes me compadecía de los que subían a pedir. Hoy me rompen las pelotas. El otro día un ciego me dejó una estampita y no se la pagué. La restante media hora de viaje la pasé filosofando sobre ese acto.

Big deal.

Boludeces, para las cosas importantes ya tendremos tiempo.

¿Será así? ¿Serán estos los síntomas?

Hay cosas que nos cambian, por dentro y por fuera. No pensé que la forma de pensar pudiera ser una de ellas, al menos no una válida. El error o el despecho siempre deben de estar mezclados en algo así. Pero esto me sucedió, yo lo puedo contar, es así. Me pasó. Y ya no me siento culpable por eso.

No soy culpable del hambre del África -y la sigo nombrando, varias veces van ya-.
Ni de la delincuencia.

Ni de que este sea un país de mierda, o de que vos sigas siendo un gil.

Es evidente que no depende de mí.
Porque uno no elegiría sentirse así.
Sentirse un ladrillo más en la pared. Uno más del montón. Un número. Un nombre. Una referencia.
Un olvido. Mil acuerdos. Algún recuerdo. Otro número. Alguna deuda. Alguna promesa cumplida.

Un átomo más en el enjambre. Mañana un aviso en el diario, y ya.

Por eso tanto tiempo sin escribir. ¿Cómo seguir ahora que todo es igual pero distinto?

Mi interior es algo más transparente en este momento, lo dejo ver sin miedo. Los temores propios de las debilidades humanas van quedando de lado. Acepto más fácilmente los placeres, pienso mucho más como evitar los sinsabores. Me pregunto si tuve que estar tan cerca -lo suficiente como para temer quizás no volver- de irme para darme cuenta de estas cosas. Un manual de vida que en la escuela me reemplazaron por otro, lleno de amenazas y de pecados.

Ahora entiendo más a los demás.
 



6 comentarios:


  • El 10:55 a.m., Blogger La Marxiana

    Debo decir que tambien pase por eso. De alguna forma me siento identificada con lo que decís. Puedo decirte que va a estar todo bien, en un punto estoy en el proceso de definir eso que a vos te esta pasando pero al final del camino.
    Y será porque tengo 2 años mas que vos pero también y desde que esa adolescencia tardía terminó empecé a cuestionarme ciertas cosas a cambiar otras todo parte de el ubicarse el mundo que antes vivias como un proyecto y ahora es tuyo. Yo creo que es parte del dolor de saber que es tuyo y que en realidad no tenes tanto tiempo que mucho de esos proyectos que soñaste o esos cambios en los que creiste en realidad jamas ocurriran pq no te va a dar el tiempo o porque la vocación en realidad no es tanta o pq hay cuentas que pagar o pq no hay laburo o pq estamos en este pais donde todo cuesta tanto y todo es tan cuesta arriba.
    Pero sin embargo sí hay sueños.
    A mí me bastaron 2 años en una empresa multinacional multiglobal trabajo sucio trabajo de mano de obra barata para entender que esa angustia que tenía en el pecho tenía que ver con tomar mi camino y sí seguir las riendas de mi vida.
    Que no cambiará el mundo pero sí cambiará el mundo en mí. Que no lo puedo arreglar todo pero sí puedo ser feliz y que no puedo ser feliz si por lo menos no intento cambiar el mundo, o por lo menos mi barrio,o mi cuadra o a mi vecino o a mis amigos.
    No te quedes quieto, ser adulto es una responsabilidad de mierda pero sabes que? Yo siento que por primera vez en mi vida hago lo que quiero, que decido ser y hacer. Que me como ese paquete de rocklets entero en 5 minutos, o 10 y que nadie nadie puede decirme que me va a a hacer mal. Porque me la banco porque es mi vida. Y mi vida no pasa, deviene y es mia.

    Te dejo algún link que me hizo acordar a mí
    http://lamarxiana.blogspot.com/search?updated-max=2007-10-25T17%3A53%3A00-02%3A00
    http://lamarxiana.blogspot.com/2007/12/10-12-1948.html

     
  • El 9:13 p.m., Blogger Sin Gamulán

    Marxiana:

    Primero que nada disculpas, por la demora en la respuesta. Y luego, bueno, agradecerte por un comentario hermoso. Esta es la idea del basural, en eso se sostiene: en la esperanza de que siempre pueda surgir una flor entre las ratas.

    No lo voy a analizar, alguna vez me gustaría charlar contigo (ya sea en un comment o en algún post hecho con el propósito) ese viaje tuyo por la empresa multinacional. Pero rescato algo de tu comment, una frase tan linda que la quiero decir, aunque sea con letras, aunque sea sólo acá.

    "...me la banco porque es mi vida. Y mi vida no pasa, deviene y es mía"

     
  • El 9:22 p.m., Blogger Pulpi

    Me da un poco de verguenza dejar un comment porque no estoy a la altura de todo lo anterior.. Pero tengo que decirte que cuando empece a leer lo que habias escrito, me di cuenta q era tu forma de escribir, pero tuve que fijarme igualmente quien era el autor. O sea, cambiaste el contenido, pero tenes la misma rabia en la forma de decirlo, es la misma molestia pero ahora un poco hacia vos mismo. Y tambien me doy cuenta que siempre lo entendiste, siempre lo supiste, y q no es ahora q entendes mas a los demas, que siempre supiste q se siente ser un ladrillo o un numero o etc, pero que siempre lo negaste. No se si aceptas tirar el boleto a la calle, mucho menos quedarte con la estampita.. yo creo q mas bien ahora aceptas el no aceptar. como que recien ahora te gusta como sos.

    En fin.. deja. es nun bolazo. pero lo dejo asi por lo menos te reis un poco.

    chau
    beso

     
  • El 9:24 p.m., Blogger Pulpi

    ahora q relei.. parece una contradiccion. pero no es. Tener "molestia" hacia vos, y gustarte como sos, no son contradictorias. son espectros. No existe la unidad, como dice el Lobo Estepario de Herman Hess.

    es mas, eso es lo nuevo, lo q estas diciendo q no sos una unidad, entre este post y todos los anteriores.

     
  • El 7:41 p.m., Blogger La Marxiana

    Te agradezco lo que me dijiste.

    En cuanto a lo del viaje al mundo de la mano de obra barata tengo un blog con dominio para eso pero nunca tuve ganas honestamente de volver a revivir todo eso escribiendo.
    Pero quizas lo haga cuando pase el tiempo.

    Sí fue un viaje.

     
  • El 9:16 p.m., Blogger Sin Gamulán

    Pulpi, perdoname la demora. Que lindo lo que decís.

    No sé si siempre lo supe, o si solo lo temí. Es difícil aceptarlo, y todavía no se si es correcto. Lo que puedo decir es que me saqué una mochila de 300 kg de arriba, y es más lindo vivir así.

    Aquella perfección que nunca fue y era buscada por lugares escondidos detrás de una utopía que no existe, ya no la busco más. Si lo sintetizás, es bastante mediocre. Me lo dijo una profesora hace muchos años, "vos sos un mediocre".

    Quizás tuviera razón. ¿Viste cómo se mezcla todo?